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sábado, julio 26

Nunca el bajo llegó tan alto

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Lista de canciones (tracklist)


Como un guión de cine que abusa de la técnica de sembrado y recogida, esta reco juega con la repetición de melodías y artistas a lo largo de su minutaje. El caso más descarado es el de A Night In Tunisia, que es a la vez el tema que inaugura y clausura la cinta, pero hay otros ejemplos más sutiles: Remember también aparece en dos cortes (interpretada por Red Norvo en los años 30 y por Hank Mobley en los 60); el saxofonista tenor Wayne Shorter sale en dos canciones consecutivas (en una como miembro destacado del grupo de jazz-rock Weather Report y en la siguiente como líder de un pequeño combo una década antes); y Don Byas, también saxo tenor, aparece en la primera canción junto a Dizzy Gillespie y luego otra vez, como líder, en el corte número 12.

La reco más que hilvanada está tejida a base de concomitancias. A nivel instrumental los cuatro primeros temas son de dominio xilofónico-vibrafónico: Milt Jackson acompaña a Dizzy Gillespie, Lena Horne también cuenta con unos eficaces acordes de vibráfono justo al final de su memorable Ill Wind, Red Norvo –xilofonista y líder de su propia big-band- nos deleita con un solo de este instrumento y Gary Burton da todo un recital de más de tres minutos de duración sin ningún otro acompañamiento.

En los temas 5 y 6 las protagonistas son las superdotadas Nancy Wilson (¡menudo descubrimiento!) y Sarah Vaughan, aderezadas con violines celestiales. Y del tema 10 al 14 reinan los saxofones: el ramillete no puede ser más espléndido (Wayne Shorter por partida doble, Don Byas, Lester Young y Hank Mobley: póquer de ases).

Las transiciones entre tema y tema son muy esmeradas y dulces y hay más de un porqué para la ubicación de cada canción una detrás de otra precisamente en ese orden. Por ejemplo, Sarah Vaughan, además de con violines, canta junto a un guitarrista excepcional (de nombre desconocido, pues los créditos sólo indican Orquesta de Quincy Jones). Pues bien, qué mejor lugar para ubicar al guitarrista húngaro Elek Bacsik que detrás de ese temazo de Sassy.

Otra maldad es el diálogo que parecen entablar Nancy y Sarah entre sí: la primera dice So close your eyes… (así empieza Wave) y la segunda responde con sumisa obediencia I’ll close my eyes.

Por último, si bien con altibajos, también hay una cronología en la exposición de los temas. La grabaciones datan, respectivamente del tema 1 al 15, de: 1946, 1941, los años 30, 1966, ?, 1958, 1962, 1997, 1972, 1977, 1964, 1952, 1959, 1960 y 1981. Los primeros 3 temas son los más arcaicos (décadas de los 30 y 40); el vibráfono atemporal y onírico de Gary Burton sirve de puente a un pasaje algo más moderno (finales de los 50 y sobre todo años 60 en los cortes 4 a 7); Antony & The Johnsons, Keith Jarrett y Weather Report ponen el toque más contemporáneo a la recopilación; a partir de ahí volvemos a la edad de oro del jazz (años 50 y 60 en las pistas 11 a 14); y el colofón lo pone Chaka Khan con una versión en los años 80 de un temazo cuatro décadas más viejo.

Ahora bien, hay un instrumento normalmente discreto que juega un papel fundamental en muchos temas de esta recopilación: el bajo. De hecho, la reco se abre con el jugueteo de Ray Brown (de 19 años en el momento de la grabación) con este instrumento.

También es extraordinario el comienzo de Willow Weep For Me, en el que Pierre Michelot toma la voz cantante antes de que Elek Bacsik nos regale los oídos con su personalísima guitarra eléctrica. Ahí no queda la cosa, sino que hacia el minuto 3 de la canción el húngaro y el francés invierten los papeles tradicionales: la guitarra se convierte en sección rítmica acompañante y el virtuoso bajista hace un solo y lleva la melodía del conocido estándar de Ann Ronell hasta el final.

Otro monstruo de las cuatro cuerdas es Charlie Haden (como puede apreciarse en Expectations, de Keith Jarrett), bajista con una dilatada carrera en solitario.

Y qué decir del comienzo de Almost Like Being In Love (Lester Young). Toda la vivacidad del tema se debe a Jamil Nasser. Bueno, bien visto hay que reconocer que los cinco están soberbios (batería, piano y guitarra también). Pero el bajista es muy protagonista y el principal contrapunto al Pres (como llamaba Billie Holiday a Lester Young). De hecho, si el tema resulta agridulce creo que es porque el bajista lo inunda de alegría, pues el saxo de Lester Young (como si supiera que iba a morir a las pocas semanas de esta grabación) no puede ser más melancólico.
Remember también tiene un solo de bajo por parte de Paul Chambers… Si me he saltado a Weather Report en este loor de los bajistas de la recopilación ha sido adrede: el caso de Jaco Pastorius es el más evidente y sobresaliente de todos. Canonizado por su temprana muerte, estamos (junto con Charles Mingus) ante uno de los bajistas más alabados de la historia. Y no es para menos: A Remark You Made bien podría definirse como un dúo entre Wayne Shorter y el bajista de Pennsylvania, que hace del bajo eléctrico instrumento solista y voz principal. La recopilación es sensacional. A Night In Tunisia es un tema adelantado a su época un puñado de lustros. Misterioso y electrizante. No menos magnética es Ill Wind (recopilada a raíz de haber visto recientemente la magnífica película Cotton Club). Remember es elegante y con un swing tremendo (aparte de ser swing, lo tiene). Nancy Wilson rebosa carisma y clase a partes iguales. Keith Jarrett fue tan osado para su época que Columbia (cuyos directivos le dieron total libertad y no supervisaron la grabación de Expectations) le rescindió el contrato a los cuatro días de publicarse el álbum en 1972. Hank Mobley hace una versión hard-bop de Remember prácticamente bailable y de una altísima positividad.

Y por último Rufus Khan pone el broche d
e oro con su luminosa versión de A Night In Tunisia. Las letras son emocionantes (A long time ago in the ‘40s Dizzy
and Bird gave us this song…
) y más aún lo es el hecho de que la trompeta que puede oírse en el
tema, por estas maravillas de la tecnología, es la del propio Gillespie.
Septiembre de 2006

domingo, abril 13

Jazz arcaico para bailar

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Lista de canciones (tracklist)


El jazz antiguo incluido en las recopilaciones anteriores se ha limitado prácticamente a baladas: canciones de una enorme belleza que cumplían los requisitos invariables de placidez y lentitud.

Ésta, en cambio, es la otra cara de la moneda: en vez de canciones románticas tenemos ritmos bailables; la elegancia se ha tornado en rudeza (Ry Cooder, Memphis Slim), estridencia circense (Louis Armstrong, Peanuts Holland) y casi chabacanería (los berridos de Jimmy Rushing en el tema de Count Basie echarán para atrás a más de uno); la batería se convierte en protagonista (Kansas Field en el tema de Mary Lou Williams) cuando no en solista (Gene Krupa); la arquitectura de los temas suele ser in crescendo alcanzando finales apoteósicos de gran intensidad y contundencia (Count Basie, Duke Ellington); la casi ordinaria trompeta predomina sobre el sobrio trombón o el sensual saxo; la fuerza arrolladora de algunos de estos temas es comparable a la de un tren. Quizá sólo les falten unas gotas de latin para alcanzar el punto de ebullición: cualesquiera que fueran las raíces remotas de esta música, es obvio que sus intérpretes viven el hemisferio norte y hablan inglés.

En efecto, son temas muy americanos y muy negros, no en vano el ritmo imperante es el blues. Sin embargo, la riqueza de estilos musicales presentes es desbordante: stride de los años ‘30 (Garland Wilson), ragtime (aunque sea el reconstruido por Ry Cooder en 1978, la fecha de grabación más moderna con diferencia de toda la reco), swing (Gene Krupa, Michel de Villers), big band (el Duque y el Conde), waltz (Ella Fitzgerald, John Barry), bebop (Don Byas), todo ello además del omnipresente blues.

La reco se estructura con el mimo de siempre, con detalles que al oyente podrán pasar desapercibidos. Por ejemplo, que Count Basie y Duke Ellington figuren seguidos uno a continuación del otro (la aristocracia juntita). Las vocalistas Bassey y Fitzgerald también vienen de la mano. Lo mismo ocurre con los trompetistas Holland y Armstrong

Al principio de la recopilación hay antiguallas de gran calibre. Paradójicamente, el tema más moderno de todos está ahí, sin que apenas se note (Big Bad Bill), recreándonos una música de principios del siglo XX (el ragtime) con una factura de finales de los ‘70. Es muy simpática la explicación que se da de inventos urbanos revolucionarios como la hormigonera (Cement Mixer) o el semáforo (Stop! The Red Light’s On). Aunque Cement Mixer figura a nombre de Don Byas, el cantante es Peanuts Holland, que más adelante nos deleita con su trompeta. Y la cantante de Gene Krupa And His Orchestra es una jovencísima Anita O’Day (22 añitos en 1941 al grabar Stop! The Red Light’s On). Curiosamente Anita presenta a los solistas usando Mr. seguido de su nombre, no de su apellido: Mr. Gene (Gene Krupa a la batería) y Mr. Roy (Roy Eldridge a la trompeta).

Pero el tema que parte la pana al principio de la reco es China Boy, de Garland Wilson, grabado en 1933 en París. Este virtuoso del stride se propone tocar las 88 teclas del piano… y lo consigue. Qué antigualla más exquisita. Sólo le falta Olga Ramos.

El centro de la reco está dominado por el blues: big bands en directo (qué socorridos son los aplausos para este tipo de mezclas) y luego formaciones más pequeñas (el Jazztet, Bill Coleman), que dan un toque más elegante y pausado, aunque por poco tiempo, pues de la mano de Mary Lou Williams entramos en el capítulo circense de los trompetistas Peanuts Holland y Louis Armstrong, que rivalizan en grandilocuencia e intensidad. Genial el suspense introducido por la sección de vientos de este último.

Mención especial merece Johnny Hodges, felicitado por Duke Ellington al final de su interpretación de All Of Me. Duke Ellington solía hacer esto con sus solistas: los presentaba antes o después de cada actuación. Hodges toca impecablemente el saxo alto.


La grandilocuencia de Louis Armstrong, propia de un musical de Broadway, nos permite conducir las últimas pistas de la reco por terrenos orquestales de pedante megalomanía. Ella Fitzgerald canta un waltz mencionando en la letra a su autor, Gershwin.

Tras otro waltz, esta vez instrumental, por John Barry, tenemos dos guindas francesas: el acordeón parisino de Gus Viseur y el amable swing del saxo alto Michel de Villers. Su elegancia se nos antojaba un tanto edulcorada en comparación con la contundencia de los otros temas de swing traídos aquí (Gene Krupa…) por lo que queda mejor ubicado en el refinado final europeo de esta recopilación.
Enero de 2006